En las últimas dos décadas, la acuicultura ha crecido a una tasa media anual de aproximadamente 8%. En 2014, la contribución de la acuicultura al suministro de alimentos para consumo humano superó por primera vez al pescado capturado en la naturaleza. Este crecimiento sin precedentes de la acuicultura mundial no ha estado exento de problemas.
De los antibióticos a la medicina preventiva en la acuicultura
La vacuna contra la enfermedad entérica de la boca roja (causada por Yersinia ruckeri, una bacteria gramnegativa) desarrollada en la década de 1970 fue la primera en estar disponible comercialmente. En los últimos 20 años, las vacunas para peces se han convertido en un método establecido y económico para controlar diversas enfermedades infecciosas virales y bacterianas. El efecto positivo general de la vacunación en los peces de piscifactoría es la reducción de la mortalidad, lo que hace que la producción sea más predecible y rentable.
"Vacunación de una tilapia con la jeringa 1810 ultra"- © por cortesía de Vetiplus, Colombia
En Noruega, el uso de antibióticos se ha reducido de 47 toneladas a aproximadamente 1 tonelada después de que la vacunación se convirtiera en una estrategia común para controlar las enfermedades bacterianas en los peces de piscifactoría. Las enfermedades virales son más difíciles de controlar (también debido a la falta de medicamentos antivirales) y han causado pérdidas catastróficas a los piscicultores de todo el mundo.
No obstante, se han desarrollado varias vacunas virales en peces de aleta. La crisis de la anemia infecciosa del salmón (AIS) en Chile en la primera década del siglo XXI se debió a métodos inadecuados de gestión de la producción, incluida la falta de vacunación de los peces contra la AIS.
El reto de reducir los efectos secundarios al inyectar
La vacunación de especies acuáticas tiene tres vías principales de administración: inyección [intraperitoneal (IP) e intramuscular (IM)], inmersión y oral. Entre estos métodos, la vacunación por inyección ha demostrado ser preferible cuando las especies lo permiten, ya que tiene varias ventajas indudables. Proporciona la administración más directa de antígenos en todo el sistema inmunitario. La vacuna puede concentrarse y administrarse en presencia de adyuvantes y otros compuestos beneficiosos (por ejemplo, portadores, antígenos/células bacterianas, etc.) que no podrían administrarse por otros métodos. Sin embargo, a pesar de su gran eficacia en la generación de inmunidad, la inyección también tiene algunas desventajas. La inflamación y la pigmentación en la cavidad abdominal, un período prolongado antes de que los peces vuelvan a alimentarse normalmente y, potencialmente, la degradación de los filetes de pescado, son posibles efectos secundarios asociados a las vacunas inyectables.
Las reacciones locales pueden variar desde las leves, como adherencias muy ligeras (con mayor frecuencia alrededor del lugar de la inyección), o cantidades apenas perceptibles de melanina en las vísceras, hasta las graves, que incluyen lesiones importantes en la canal tras la evisceración. Éstas afectan a casi todos los órganos internos de la zona craneodorsal, a menudo con una cantidad considerable de melanina, volviéndose las vísceras imposibles de extraer sin dañar la integridad del filete.
Con los avances en inmunología, biología molecular y microbiología, la tecnología de las vacunas ha estado en continuo desarrollo. El objetivo principal es minimizar las reacciones. Son muchos los factores que contribuyen a la aparición de efectos secundarios, siendo uno de los más importantes la relación dosis-volumen.
Historia de la vacunación en los últimos 35 años
A finales de los años 1980, se inyectaba a los peces con dosis de vacuna relativamente altas, como 0,2 mililitros, que en algunos casos aún prevalecen, y que a veces provocan graves reacciones adversas en la cavidad abdominal.
A mediados de los años 1990 se lanzó en el mercado noruego una vacuna con la mitad de ese volumen, que ofrecía la ventaja de reducir los efectos secundarios, sin rebajar la eficacia. En 2003, se introdujo una vacuna polivalente con una dosis de 0,1 ml que protegía a los peces contra diversos patógenos. Cinco años más tarde, se lanzó la primera vacuna de 0,05 ml, que contiene los mismos antígenos. Sin embargo, la reducción del tamaño de las dosis de vacunas, de suma importancia, pasó casi desapercibida para la comunidad ictiológica. Los científicos actuales no son los primeros en ser conscientes de que dosis sola facit venenum1.
Gracias al aumento de la potencia de las vacunas, los desarrolladores han podido reducir las dosis necesarias, iniciando la exitosa historia de las microdosis eficaces, incluidas las polivalentes.
La adopción de la novedad no fue rápida al principio. El escepticismo y la preocupación frenaron el proceso. Los profesionales veterinarios y los piscicultores tenían dudas sobre la protección a largo plazo, mientras que las empresas farmacéuticas estaban preocupadas por la calidad de las jeringas existentes para las microinyecciones y la reproducibilidad de los resultados.
Levando la precisión de grado médico al sector de la vacunación en la acuicultura
Una de las empresas clave que ha contribuido a introducir la administración de vacunas en microdosis es la firma suiza Socorex, verdadera pionera en este campo. Si bien la empresa se centró inicialmente en jeringas de vidrio y metal para aplicaciones humanas, en la década de 1980 se diversificó desarrollando jeringas automáticas para el sector de la sanidad animal. La ganadería terrestre fue su primer foco de atención; impulsada por el deseo de la industria de disponer de dosis más pequeñas y precisas, Socorex incursionó posteriormente en el sector de la piscicultura. Su dedicación a la exactitud y la calidad ha sido una tradición desde siempre, ya que la dosificación de líquidos de precisión ha sido su punto fuerte durante casi 60 años. Tras haber diseñado con éxito una jeringa para administrar vacunas a polluelos de un día, que suelen pesar alrededor de 40 gramos, Socorex se dio cuenta de que podía transferir la tecnología a la acuicultura, ya que los peces se vacunan generalmente con un peso de entre 15 y 80 gramos.
Socorex pudo aprovechar su experiencia de una década en los campos del laboratorio y la biotecnología para desarrollar el nuevo modelo ultra 1810, un verdadero sistema metrológico, que permite a los operadores suministrar dosis tan bajas como 0,02 ml, si es necesario, sin comprometer la fiabilidad y la eficacia.
Jeringa Socorex ultra 1810 con contador de dosis y FishGuide.
La precisión de grado médico que este modelo aporta al sector de la acuicultura – las jeringas tienen un índice de precisión del 99 al 99,5% –, ofrece un rendimiento excepcional y una gran ventaja. Las dosis excesivas podrían provocar reacciones adversas graves y aumentar mucho el coste de la vacunación, mientras que las dosis menores reducirán la eficacia de la vacuna.
Además de desempeñar un papel importante en la minimización de los efectos secundarios, las microdosis de vacunas amplían las posibilidades de aplicación. De hecho, cuanto menor sea el volumen inyectado, más jóvenes serán los peces, por lo que tendrán más tiempo para crear una respuesta inmunitaria antes de ser transferidos a estanques o piscinas marinas. Además, la combinación de varias vacunas en dosis pequeñas en inyecciones únicas reduce drásticamente el estrés de los peces y los costes, mejorando al mismo tiempo la productividad.
El nuevo modelo ultra de Socorex tiene un ritmo de activación muy rápido, lo que lo hace perfecto para inyectar una gran cantidad de peces. Fabricado con resinas moldeadas de alta resistencia, con un cilindro de vidrio grueso, es sumamente ligero y requiere una presión más suave. De larga duración, es muy resistente a los golpes y al agua, incluso al agua salada. Los instrumentos pueden durar indefinidamente si se mantienen adecuadamente y si se sustituyen las juntas y los muelles cuando sea necesario, al igual que los instrumentos médicos.
Los tamaños nominales de 0,1, 0,2, 0,3 y 0,5 ml amplían la selección de volumen desde 0,02 ml hasta 0,5 ml. Por tanto, son adecuados para una amplia gama de especies, incluyendo salmónidos, tilapia, pangasius, róbalos y besugos. También funcionan con vacunas de base oleosa y acuosa. Existe una gama de accesorios que ayudan a optimizar el rendimiento. Entre ellos se encuentra el FishGuide, un bucle de cobre doble que facilita la inyección precisa, protegiendo a la vez la mano del operador de una autoinyección accidental, y el contador Abacus, que permite contar con exactitud cuántas dosis se han administrado.
Conclusiones
La acuicultura seguirá enfrentándose a arduas pruebas mientras persiste su expansión, y los piscicultores siempre agradecerán la contribución de los principales fabricantes, plenamente comprometidos con el apoyo a su crecimiento, respetando plenamente el medio ambiente.
1 “Sólo la dosis hace el veneno”, aforismo que pretende indicar un principio básico de la toxicología. Se atribuye al alquimista suizo Paracelso (siglo XVI).
Giulia Faè
Directora de Área (Italia y Ticino)
y redactora técnica Socorex